Contexto:
Se cree que el uso del sonido para la sanción proviene de la antigua Grecia. En aquel entonces, la música se usaba para tratar trastornos mentales. Apolo era el dios de la música y la medicina.
Aesculap curó trastornos mentales con canciones. Los filósofos Platón y Aristóteles afirmaron que la música influía en el alma y en las emociones. Hipócrates también tocó música para sus pacientes. Sin olvidarnos de Pitágoras que está considerado como uno de los primeros terapeutas de sonido.
Estudios recientes sugieren que los pulsos auditivos binaurales pueden ser eficaces para aliviar el dolor, afectando al estado de los músculos.
Por ejemplo, el médico y biofísico Dr. Gerald Oster, en su informe de investigación de 1973 “Auditory Beats in the Brain”, mostró como el sonido afecta a la forma en que el cerebro recibe nueva información, al estado de animo, a los patrones de sueño y a las respuestas de controles de curación, y más, y con qué rapidez lo hace.
Por ejemplo, ciertas frecuencias de sonido y música pueden usarse para producir neurotransmisores como la serotonina.
Para comprender los conceptos básicos de la terapia de sonido para la curación, primero debemos comprender nuestras ondas cerebrales. El núcleo de nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos es la comunicación entre las neuronas. Las ondas cerebrales son generadas por impulsos eléctricos que se generan juntos por una gran cantidad de neuronas que interactúan. Las ondas cerebrales se dividen en cuatro rangos diferentes, que se cree que forman un espectro de conciencia humana.
Se cree que varios patrones de ondas cerebrales generados por la terapia de sonido, música o sonidos, están asociados con la producción de ciertos neurotransmisores en el cerebro que están relacionados con la relajación y el alivio del estrés, así como un mejor aprendizaje y creatividad, memoria y más.
Casi todo lo que experimentamos en el universo es simplemente nuestra percepción de las ondas. Cuando las ondas sonoras llegan a muertos oídos, se convierten en señales eléctricas y se transportan a la corteza auditiva a través del nervio auditivo. Esa es la parte del cerebro, donde se desencadenan reacciones que pasarán a nuestro cuerpo.
El proceso de la terapia de sonido cambia nuestras emociones, libera hormonas y desencadena impulsos. La música o los sonidos también liberan oxitocina, un analgésico natural y una hormona, como también liberan serotonina, epinefrina, dopamina, y prolactina.
Un estudio realizado en 2006 por el Journal of Advanced Nursing descubrió que quienes escuchan música, sienten menos dolor y tienen menos miedo y depresiones que quienes que no lo hacen.
Objetivo:
Determinar, si la Terapia de Sonido con Gong es capaz de disminuir un nivel alto de dolor y si una persona, con un nivel alto de agarrotamiento de cadera y pierna derecha, puede disminuirlo después de recibir una o varias sesiones individuales de baño de Gong.
Diseño:
Seleccionar una persona con esta patología.
Empezar con cuencos tibetanos sobre el cuerpo y continuar con los Gongs.
Tiempo de la sesión: 25 minutos aprox.
Gongs a utilizar:
Tone of life – Gong Agua 25 pulgadas y Gong Dance 22 pulgadas
WOM Gongs – Gong de 32 pulgadas (67Hz)
Mazas de Paiste M4 y M6
4 Cuencos Tibetanos de frecuencias: 299Hz, 463Hz, 651Hz y 764Hz
Ubicación:
En el domicilio de la autora de este trabajo en Barcelona.
Participante: Mujer de 69 años
Intervención:
La participante recibe 5 baños de Gong de 25min. en 3 semanas.
También se le pide al participante que registre las sensaciones experimentadas (dolor y agarrotamiento) durante la sesión , tanto como antes y después de recibir el baño de Gong.
Impresiones antes y después:
Dolor muy alto, antes de la sesión.
Después de cada sesión, se siente siempre muy relajada, feliz y con sensación de sentir vibraciones en el cuerpo, también un mejor flujo de sangre.
Antes de las 2 primeros sesiones, la participante siente un dolor alto, en la pierna derecha, después de la sesión se puede notar significativamente una disminución del dolor, pero continua con dolor de cadera, cuando se levanta y camina. El dolor vuelve, después de las sesiones, pero a un nivel reducido.
A partir de la tercera sesión, el dolor se reduce significativamente a un nivel moderado y casi desaparece totalmente, al final de la cuarta sesión. En la última sesión, la participante no siente dolor, pudiendo levantare y caminar, cómodamente.
En el grafico, abajo, se puede ver como se reduce el dolor poco a poco, después de cada sesión.
Las principales medidas:
Para el análisis de los datos , se tomaron los datos registrados dentro de las escalas de 1 a 10, referentes al nivel de dolor antes y después de la sesión del baño de Gong.
Resultados:
La persona se siente aliviada y relajada, en mejor estado mental y físico después de cada sesión. Después de las 5 baños de Gong, incluso del uso de cuencos tibetanos, el dolor de pierna estaba mejorando mucho, hasta no sentir dolor.
Conclusiones:
La terapia de sonido con Gong es capaz de disminuir dolor en el cuerpo con un baño de Gong de 25 minutos.
Dependiendo del grado del dolor y del diagnostico previo, la reducción del dolor, después del baño de Gong , puede durar de uno a tres días o en desaparecer en su totalidad.
Después de las sesiones es totalmente visible la relajación de la persona.
Aumento de la circulación de sangre en el cuerpo, que se puede sentir a través de las vibraciones emanadas por el Gong y los cuencos, expresando en la persona una sensación de bienestar.